El templo de las flores.
Habiendo caminado horas por las calles de nueva delhi, sudado al extremo, me encontré en uno de los templos más antiguos y olvidados de la ciudad.
Para entender la fe, tenemos que depositar toda nuestra confianza y nuestro corazón en un resultado, una linea recta que nos lleve de un punto a otro. En aquel templo habia individuos que cultivaban su fe todos los dias de su vida. Siendo bicho de ciudad no podia estar más lejos de conocer semejante grado de devoción.
Tarde varios años en comprender lo que habia visto dentro del templo.
La india en general es un país de sensaciones fuertes, de extremos que siempre tienden a lo más bajo. Aquel día al poner mis pies descalzos en el templo (que en realidad son 18 templos) pase de la orina a 40 grados a la frescura de un mar de flores. De un lado la gente oraba, del otro dormia, otros no podian mantenerse parados.
En el camino de ser concientes creadores de nuestra realidad tenemos que ver las estructuras que necesitamos mover para hacer cambios, O por lo menos eso es lo que dicen los libros. ¿como podia ese templo ser tan fresco y tan abundante en flores en el medio del verano indio? La respuesta que me habían dado, y la razón de porque yo fui a ese templo, era para ver a un viejo guru, uno de esos que saben que alejarse de las camaras es una prioridad. EL tenia la habilidad o Siddhi de materalizar flores con sus manos. Apenas puse pie en el templo la realidad me dio un cachetazo en forma de Marigolds (Flor tradicional de la india).
Fue un alivio saber que estaba equivocado porque volvi a creer en la magia.
Dios es tan caprichoso que en ves de darle al guru la habilidad de materializar comida y ayudar a todos los necesitados del templo, prefirio darle el poder de materializar las flores tan bellas como las que se consiguen en las fiestas más despampanantes de Bollywood en Mumbai. Si el guru decide intentar materializar otra cosa que no le es natural, iria en contra de sus propia naturaleza y perderia la capacidad con las flores.
Seguramente muchos hubiesen preferido la comida, Otros ser curados. Sin embargo la presencia de las flores les recordaba el poder de la fe, y el fresco aroma del naranja circundante nos empapaba a todos por igual, a mi,un tipo de Buenos Aires, y a ellos gente descalza de Nueva Delhi.